EsParaTraposdePapel

Historias basadas en hechos reales... e irreales.
Cualquier parecido con la realidad, es fruto de la ficción, de la fricción o de la mente mental.
Aquí , a veces, se rompe la netiqueta sobre la ironía, este blog no derrocha ironía... supura ironía.
El resto de reglas de netiqueta, valen.....de momento.
Y si no te gusta, no te nervies, que es para trapos de papel.

20 de enero de 2014

Ahoy, el hada del destino.


Madame Butterfly de Benjamín Lacombe
Algo muy terrible tuvo que hacer en otras vidas pasadas para acabar así, rumiaba una y otra vez Ahoy:  el hada índigo,que veía pasar un día tras otro dentro de la pequeña campana de cristal.
Sus famélicos ojos negros, siempre alicaídos, despedían una especie de bruma melancólica que atrapaba a todo aquel que pasaba cerca. Era realmente complicado no detenerse a mirarla, a imaginar la suerte de vida que le tocó vivir, o los poderes que tendría un ser , confinado para siempre en esa diminuta jaula transparente.
Ahoy no había sido siempre hada; todos sabemos que las hadas son los fantasmas de personas muy, muy especiales, que fallecieron inesperadamente y que recibieron unas alas y una vida llena de magia, como premio por su labor en la tierra.
Ahoy fue una princesa de la Edad Media, en Japón, concretamente, la cuarta hija de un magnánimo emperador. Había vivido una infancia feliz, pero sometida a las férreas normas palaciegas. En la adolescencia, se dedicó al arte de la escritura con ahínco, sin que los demás lo supieran, con la única ayuda de un anciano maestro. Fué desposada con un noble señor feudal, veinte años mayor que ella, que no la trató mal, pero tampoco la enamoró con sus atenciones. Le dió un primogénito y luego la olvidó, dedicando su tiempo a geishas y sake hasta que falleció, víctima de su conciencia maltrecha.
Cuando su marido se suicidó, siguiendo el ritual a pies juntillas, su destino estaba trazado a fuego: siguiendo las normas de su época, ella acabó con su vida del mismo modo: fue una ceremonia impecable: sus padres y ancestros se felicitaron honrados por disponer de una hija así.
Ahoy recuerda con mucha alegría, cómo los dioses le dieron sus alas, esas maravillosas y delicadísimas alas de tonos azulados. Cómo le dijeron que iba a ser un hada índigo, que se dedicaba a escribir en el cielo el destino de los humanos. Los dioses le explicaron que se alimentaría de emociones, de alegría, de angustia, de ira, de dolor, de apatía, de excitación, de preocupación, de miedo, de cariño, de amor, de pasión,.... Que su pincel se untaría con la tinta mágica que sale de las carcajadas de los niños, ya que es la tinta más especial y eterna que existe y que sería tremendamente dichosa desempeñando esa labor.
Y así fué durante siglos: escribió el destino de miles y miles de humanos, se alimentó de millones y millones de emociones y se sirvió de incalculables risas, risotadas y carcajadas infantiles....
Hasta la noche en que presa de una extraña avidez, fue arrastrada hacia la habitación de un poeta en París; no sabía bien por qué tenía qué ir a comerse esa emoción desconocida, pero era un olor irresistible, que le atraía irremisiblemente hacia él. 
Más tarde supo que era la Compasión, demasiado tarde quizás. Cuando llegó y se posó sobre el secreter de nogal, se dispuso a probar con cuidado esa emoción desconocida, y una mano que parecía marfil la sujetó por el kimono, con extrema delicadeza, y la introdujo en la pequeña campana de cristal de Murano.
Y desde entonces, permanece ahí, atrapada, esperando que llegue otro humano, un novelista tal vez, y que la libere haciendo añicos la copa invertida que la tiene cautiva desde hace tanto tiempo...con tantos destinos por trazar en el cielo.

13 de enero de 2014

Ese culpable maldito


Qué fácil es buscar el “culpable próximo”, cuando se presenta un problema.
Parece ser que nos calma el “esto no está bien” porque “este” lo ha hecho mal. Y se ve que cuanto más cercano tengamos al “presunto”, más sentido tiene todo, y más culpable es.
Si otra mirada, otra persona nos dice “oye , mira desde este otro prisma, porque desde aquí parece que quien lo ha hecho mal es este otro”, esto nos descoloca mentalmente, nos mueve nuestros cimientos penalizadores y brota así esa palabra que sale tan rápido de los labios: “No”.
La negación: yo me he construido mi pirámide mental, he deducido esto y tú no puedes venir a mostrarme esta otra pirámide, que tira la mía abajo, aunque tu prisma sea mucho más cristalino, nítido y hermoso que el mío.
Tenemos las orejeras del agobio puestas, del problema tremendo que nos aplasta las entendederas como una losa. Nos cuesta mucho mirar a otros lados con ellas puestas.
Todo esto se complica mucho más, si hay más de una causa- porque muy señores míos, a veces esto es así y se llama multicausalidad- con más de un culpable. En ese momento ya se nos caen hasta los cimientos emocionales, nos bloqueamos, entramos en brote conspiparanóico, pero ¡atención!, seguimos sin ver, el culpable pasa a ser el indeseable que nos ha hecho girar y divergir el foco de atención en tantos fragmentos. ¿Cómopuedo esparcir así mi dolor, mi ira, mi enfado, mi frustración? Así se me difuminaría mi mártir-culpable y no podría lanzar todo mi dolor en esa dirección…. Pues la reconcentro y vuelvo a converger sobre el “vocero” que dice que me quiere ayudar.

¿Y cómo se resuelve esto?

Detente un momento, respira hondo, coge aire, llena el pecho y ve soltándolo muy despacio.
Sube las manos hacia tus sienes y despégate esas orejeras que te están acotando las entendederas y ensuciando la pupila, vuelve a respirar….y empieza a pensar.
Busca….busca a tu alrededor, pero un poco más lejos, aléjate de ti, sal de tus círculos más concéntricos y busca en ese segundo nivel.
Ahí hay gente que te aprecia, y que hasta te quiere, con una visión más periférica de las realidades que estás viviendo.
Nunca olvides que esa persona te estima por encima de todo y que te quiere ayudar, o al menos apoyar, pero su honestidad le impide darte la razón como un gatito chino de esos que asienten todo el rato.
Y aun así te quiere, no lo olvides…
¿Lo tienes?
Vale… ahora cuéntale tu problema,… vas muy bien.
¿Has terminado por ahora?
Pues es su turno, tú estás abierta, ya no tienes las orejeras y sabes que esa persona te ve y te aprecia y desea ayudarte ,arroparte
Déjate llevar, escucha esa canción que te relaja, que te levanta el alma suavecito.
Ahora permite que esas otras ideas nuevas se posen en tu interior, sedimenten y enraícen, no digas nada todavía, no niegues, no te niegues, ni te cierres, deja que fluya…
Deja que fluya….
Y verás que los culpables ya no importan tanto como antes, porque como poco, has encontrado otro prisma, una solución u otro cobijo…

10 de enero de 2014

Culo de pollo

Las enfermeras llamamos "culo de pollo" a esas cicatrices que quedan amontonadas, haciendo un "ídem", habitualmente en los extremos de las heridas.
Suelen ser provocadas, o bien por el proceso inflamatorio inicial, que luego vuelve a su ser por la Gloria de la Naturaleza, o por un fallo de la propia piel, que haga alguna retracción extraña, o por que al "artista costurer@" le haya fallado el cálculo, que empezase a coser por un lado, mal alineados los bordes y quede un montoncito al final sobre el otro.
¿cómo se soluciona esto? Pues o bien, dando tiempo al tiempo, a ver si se aplana sola, o con los apósitos esos supercarisisisisísimos de silicona (no voy a dar publicidad, tranquilos), o probando a hacer pequeñas exfoliaciones con miel previas al lavado de la cicatriz, o volviendo al cirujano o a un plástico a ver si nos puede desfacer el entuerto...
"Se busca: Culo de pollo!"
Y luego ya, están las otras medidas: podemos exhibirnos en algún circo por un módico precio,... o ya lo que han hecho en un hipermercado de aquí de Nájera, pero sólo para los más golfos (o frescos, como dicen ellos). Como tampoco queda bonito dejar escrito "culo", que para lo que queremos somos muy finos, ponen esto otro: cuartos traseros, pero todos sabemos que los culos son eso, cuartos traseros (no trasteros, listillos), ... y encima te los venden a buen precio, y al peso!!!
 Os juro por mi fonendo, que he dado mil vueltas dentro del hiper, he buscado y rebuscado, a caballeros de moral distraída con cicatrices feas, incluso por si había alguno despistado, he buscado señores semidesnudos, y nada de nada.
Esto no es serio señoras y señores, cuando uno promete algo, lo cumple, leche!!!